VA POR LA MUJER

Posted by Yolanda Robledo-Arratia on 14:06

El pasado 25 de noviembre se celebró el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Me encontraba en las Islas (CU), presenciando un concierto organizado por tal motivo donde cantaron Gabriela Serralde y María Inés Ochoa; fueron las canciones y gritos de protesta que se escucharon entre el escaso público las que me hicieron pensar al respecto. El movimiento de ese día se trató, desde mi punto de vista, de un hecho poco comentado, incluso me atrevería a decir que tuvo una relevancia cero en el acontecer nacional (salvo para los grupos activistas). Si bien, FeCal salió a dar un discursillo donde se proclamaba por la erradicación de los atropellos contra mis congéneres, no dijo nada propositivo, nada nuevo. De hecho, me parece que resultan contradictorias sus declaraciones en varios sentidos.

En primer lugar porque gran parte de su discurso estuvo basado en los esfuerzos que hará por frenar e investigar los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. ¿Acaso se le olvida que fue él quien propuso e impulsó el nombramiento de Arturo Chávez Chávez como titular de la PGR, sabiendo que cuando dicho sujeto fue Procurador de Chihuahua no hizo nada por esclarecer ninguno de los homicidios y que además fue Chávez2 quien dijo que si las mujeres eran violentadas era porque se vestían como prostitutas? (pareciera que el hecho de ser prostituta es una invitación a la agresión). Además, parece ser que se le olvida que Ciudad Juárez ha dejado ser el foco de los asesinatos y crímenes de odio contra las mujeres; desde que empezó el gobierno de Peña Nieto, el Estado de México ha pasado a ocupar el primer lugar, siendo el municipio de Chimalhuacán el más afectado; pero de ello, no se habla.

Por otra parte, Calderón remarcó que la “construcción social basada en relaciones de poder desiguales entre hombre y mujeres son (…) violatorias de los derechos humanos”. ¿Cómo se le ocurre hablar de derechos humanos cuando son él, sus colaboradores más cercanos (Gómez Mont, por ejemplo) y los integrantes de la derecha los primeros en oponerse al derecho que tenemos sobre nuestro cuerpo y la toma de decisiones que afecten nuestra vida? Esto queda claro con la reciente penalización en ya 17 estados de la interrupción del embarazo, al considerar que un humano es humano desde el momento de la concepción. ¿Podrían por favor tomar decisiones PARA la gente y no basadas en los principios fundamentalistas por los cuales se proclaman? El secretario de Gobernación, por ejemplo, declaró que LE CONSTA que la vida comienza desde la concepción, porque la primer foto de su hija es de cuando era una pequeña célula, pues fue producto de una fecundación in vitro. ¡Por favor! ¡Que haga de lado sus afecciones y realmente se ponga a pensar en lo que dice!

En este mismo rubro, me parece difícil que en el país se tomen medidas para defender y realizar actos que promuevan los derechos humanos, pues el recientemente nombrado Ombudsman nacional deja mucho que desear, pues contra todo pronóstico y pese a los contras evidenciados por organizaciones civiles, el Senado de la República nombró a Raúl Plascencia Villanueva el nuevo presidente de la CNDH; pues cuando fungió como visitador bajo la dirección de José Luis Soberanes (hombre señalado por Human Right Watch por su mediocre papel en defensa de las garantías fundamentales agravadas durante el gobierno calderonista; de quien Plascencia fue cercano colaborador y ahora, delfín), su gestión fue turbia e ineficiente, siendo los casos más sonados el de Jacinta Francisco, indígena acusada de secuestrar a policías judiciales que pasó injustamente 3 años en la cárcel y recientemente fue liberada; el de Ernestina Ascencio, indígena asesinada por violación durante una irrupción militar el Zongolica y que a pesar de las evidencias se declaró que su muerte fue provocada por una gastritis; la tortura que sufrieron los supuestos responsables de los atentados en Morelia en Septiembre del año pasado y la fuga del penal de Puente Grande del Chapo Guzmán . En lo que respecta a los derechos de las mujeres, declaró que “sin duda la mujer tiene derechos, pero su producto también” y la penalización del aborto “está protegiendo de manera muy clara el derecho a la vida”. Es él quien debería estar promoviendo que se legisle a favor del aborto, para que el Estado asegure que las mujeres ejerzan su derecho a decidir en condiciones que garanticen su salud y su vida, cuando él tendría que envolverse bajo el famoso lema “la mujer decide, la sociedad respeta, el Estado garantiza y la Iglesia no interviene”.

Finalmente, ya hablando a otro nivel, me di cuenta que la gente de que me veo rodeada, y en ocasiones yo misma, somos de los principales detractores de la dignidad femenina, tal vez no de manera física, pero es evidente que el pensamiento machista aún impera y nos violentamos de otras maneras; ya sea al declarar la necesidad de de que nos proteja un hombre, al suponer una debilidad mayor con respecto a los hombre más allá de las anatomo-fisiológicas, al declarar que la mayoría de las mujeres son idiotas y superficiales (cuando es la humanidad en su conjunto la que se comporta así), que podemos conseguir cosas y hacernos escuchar más fácilmente porque nos ven “frágiles y bonitas”, en fin… Suelo decir que todo este tipo de cosas se combate con educación, pero ahora hablo sobre las opiniones de la supuesta gente educada, así que más allá de la educación adquirida en las aulas, lo que hace falta es fomentar y generar conciencia, así como un pensamiento reflexivo, que nos habrá la mente y nos haga derribar las ideas que nos fragmentan y segregan.

Ups, nuevamente veo que me extendí demasiado, sólo me gustaría terminar compartiéndoles una rolita de las que escuché el miércoles en las islas pero en voz de Amaparo Ochoa y que siendo viene muy ad hoc.

http://www.youtube.com/watch?v=57neSrYUJpw

Saludos.

Nota: todos los datos los obtuve de los periódicos La Jornada y El Universal, así como de la Revista Proceso publicados durante algunos días de octubre y noviembre.

Yolanda Robledo-Arratia.