Injusticias de la vida - Magú
Hoy escribo llena de dudas e incertidumbres: apoyar o no apoyar la causa, ¡he ahí el dilema! Todo este asunto de LyFC me ha hecho ver que la genta habla, apoya, defiende y adquiere posturas sin saber por qué lo hace. Estos 4 días posteriores al asalto a dicha compañía muchas personas que conozco y otras a quienes admiro y respeto se comportan de una manera tal, que hacen parecer al sindicato una víctima, se olvidan que apenas una semana antes echaban pestes de ellos por el mal servicio que prestaban, los altos cobros, entre otras cosas.

Con lo anterior no quiero decir de ninguna manera que apoye o esté de acuerdo con el terrible golpe policiaco-militar dado bajo las órdenes de FeCal, pues esto no hace sino evidenciar el autoritarismo y tolerancia nula de este sujeto nefasto hacia cualquier individuo o forma de organización que manifieste posturas diferentes o poco convenientes a sus intereses y los de su partido o sus aliados. Lo que más repruebo es que ponga al SME como el único responsable del atraso tecnológico, operacional y financiero de la ahora extinta compañía paraestatal, como un algo que sólo representaba un terrible peso financiero, mismo que en momentos de crisis se hacía insoportable, que de conservarla se habrían disparado las tarifas o aumentado continuamente el impuesto, ¡qué descaro hacer estas declaraciones después de haber hecho la propuesta del 2% y demás puntos del paquete económico 2010! ¡Y todavía lo pinta como si nos estuviera haciendo un favor!

Parece ser que a este ente se le olvida que todos los propósitos, resultados políticos, sociales y económicos de LyFC ¡eran también obligación del gobierno! ¡Que es el gobierno mismo el principal responsable de que los organismos del sector público y los servicios que de éste se derivan marchen de manera adecuada! ¡Que sólo con respaldo gubernamental se podía haber impulsado la producción y eficacia de la compañía eléctrica! No es sorpresa que nada de esto se haya hecho y que ahora pretenda lavarse las manos. Ante este escenario, ¿no era más lógico aplicar alguna auditoría o generar alguna reforma para mejorar la situación? Al parecer no para FeCal, lo que significa que detrás de la toma de instalaciones hay intereses políticos y económicos “chonchos”. Se ha hablado de que la toma de la compañía representó un negociazo para quienes obtengan la concesión de las redes de fibra óptica, o sea, para la CFE.

Resulta irónico que el PRESIDENTE DEL EMPLEO despidiera a 41 mil trabajadores sindicalizados y 10 mil más de los llamados “de confianza”. Si la justificación del golpe fue la insostenibilidad de la compañía ¿cómo es entonces que la Secretaría de Hacienda se declara con los recursos suficientes para pagar una indemnización a todos los despedidos? ¿Cómo es que FeCal puede cargar con la carga social, política y económica que esto representa? Las familias que reciban dicha indemnización la devorarán rápidamente sin posibilidad de obtener una fuente nueva de recursos, pues no se vislumbra la creación de nuevos empleos en el corto y mediano plazo… Para mí, lo único insostenible es que ese hombre al mando del país.

Por otro lado, y ya haciendo referencia al sindicato, es cierto que el SME se manejaba de manera truculenta, que recibía muchos beneficios, que si bien no eran para los trabajadores base sino para la alta burocracia y dirigentes de la paraestatal, sí generaba caos y anormalidades en el funcionamiento de la compañía, y que en conjunto sí se trata de una fuerza política y manipuladora importante. Calderón pretendía cargar toda la culpa del mal funcionamiento de LyFC al SME y está mal, pero también es ilógico defender al sindicato bajo el argumento contrario. Claro que eran en parte responsables del mal servicio; que muchos integrantes de su plantilla son corruptos, también; que su comportamiento anormal representó un horror para la economía de muchas personas; que su contrato colectivo resta una cantidad importante al erario y no se refleja en el producto del trabajo del gremio; que su fuerza se infiltra en el poder imponiendo o quitando funcionarios… en fin.

Bien sé que los sindicatos son resultado de la Revolución como la oportunidad de los trabajadores para agruparse y defender sus derechos y no ser aplastados por sus patrones, no obstante, creo firmemente que esta idea se ha desvirtuado y que actúan en ciertos casos como una oligarquía. Es obvio que estos no deben desaparecer, si no, los más se verían más frecuentemente aplastados por los menos y sería un grave retroceso para la vida política y social del país, pero definitivamente sí se debe hacer algo: no derrocarlos con base en decretos autoritarios, sino reformarlos a cabalidad desde las bases.

El 15 de octubre me uní a la causa de aquellos que marcharon del Ángel al Zócalo, pero que quede claro que NO lo hice porque defienda al SME como tal. Los apoyo porque estoy en contra del autoritarismo, porque repudió el despido masivo de personas que vivían al día, porque me parecen truculentas las razones por las cuales se decidió desparecer la compañía, porque me parece absurdo que el gobierno diga una cosa y haga otra… en fin, creo que hoy todo me parece absurdo, lo cual es absurdo.

Lo que sí me parece muy importante es hacer una reflexión más profunda, que vaya más allá del discurso aprendido en defensa del pueblo, recordemos que finalmente la humanidad ES la humanidad…

En fin, hoy me explayé demasiado, ojalá alguien haya llegado al final. Lo importante que yo quería compartir era un artículo que me topé en la revista Proceso (más abajo) y que contiene algunos puntos con los que concuerdo.